España, que es el segundo consumidor mundial de fármacos, destruye cada año 3.700 toneladas de medicamentos pagados, porque han caducado o no se han utilizado. Cifras que destacan la importancia de poner en valor el medicamento y que han llevado al Ministerio de Sanidad a anunciar una serie de medidas que tienen como objetivo racionalizar el gasto farmacéutico en nuestro país.
El Plan de Reforma del Sistema Nacional de Salud, anunciado ayer por el Consejo Interterritorial de Salud, permitirá generar un ahorro que supere los 7.000 millones de euros, lo que equivale a un 10% del gasto sanitario público.
Desde Asefarma, y como asegura Belinda Jiménez, farmacéutica y responsable del Departamento de Gestión Dinámica, consideramos que “es necesario frenar el despilfarro y controlar el gasto farmacéutico en España. Con medidas como las anunciadas ayer por el Consejo Interterritorial de la salud se posibilitará poner en valor el medicamento”.
“Por lo que respecta a las oficinas de farmacia, el establecimiento de rangos de pago por el medicamento en función de la renta de los clientes, y el hecho de que estos tengan que abonar un tanto por ciento del valor del fármaco en cuestión que en un determinado momento necesiten, permitirá a la botica obtener una mayor cantidad de liquidez por la venta, disminuyendo así a la larga la dependencia de las Administraciones en cuanto al pago de recetas”, explica Carlos García-Mauriño, Presidente de Asefarma.
Sin embargo, y como añade el Presidente de Asefarma, también hay que tener en cuenta que “será evidente, con la puesta en marcha de estas medidas, que las farmacias sufran una disminución del número de recetas expedidas. Sin embargo, si a largo plazo sirven para racionalizar el gasto farmacéutico y lograr la pervivencia de un sistema sanitario que ha demostrado ser uno de los mejores del mundo, puede que llegue a ser bueno para ellas”.
Otra de las medidas anunciadas ayer tras la reunión del Consejo Interterritorial de Salud daba a conocer la creación de una Plataforma centralizada de compras, algo que a juicio de Belinda Jiménez, “tenían que haber implantado hace ya tiempo”.
La crisis económica y la necesidad de ajustar nuestros objetivos de déficit a las exigencias de Bruselas implican la puesta en marcha de medidas de choque que en muchos casos no cuentan con el respaldo de la totalidad de la opinión pública. Sin embargo, añade Carlos García-Mauriño, “esperemos que se sigan acometiendo medidas, que continúen anunciándose reformas en otros sectores, lo cual es muy necesario, pero que dejen tranquila a la farmacia”.
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