La receta electrónica, el registro de horarios, la dispensación, o el comercio electrónico son algunas de los hitos a los que se ha tenido que adaptar el farmacéutico de forma obligatoria mediante el uso de la tecnología pero, ahora tiene sobre la mesa más retos que implican digitalización en sus procesos.
Y es que, tal y como detalló en el Espacio Asefarma Daniel Muñoz, Key Account Manager de PharmaFulcri en la jornada ‘Digitalización en la Oficina de Farmacia’, la tecnología permite aumentar la eficiencia en los diferentes procesos, actividades y tareas. Supone una herramienta de crecimiento para la farmacia que “aún no se ha explotado” por lo que “es mejor volcar su potencial online en el consejo farmacéutico antes que en la propia venta a distancia”.
En la actualidad, contamos con un nuevo tipo de consumidor más informado y que, según indicó PharmaFulcri, requiere una experiencia más personalizada y un servicio más eficaz. Por ello, la introducción de las nuevas tecnologías en la farmacia va a permitir dar un salto de calidad y diferenciarse del resto para conseguir beneficios en cuanto, dentro de su estrategia, el farmacéutico tome como una prioridad el marketing y la comunicación.
Elaboración de una estrategia hacia los clientes de la farmacia
Contenido bien elaborado, la calidad técnica de los recursos audiovisuales difundidos o la usabilidad de la página web son algunos de los múltiples factores por los que la farmacia online puede alcanzar el éxito, detalló Daniel Muñoz, Key Account Manager de PharmaFulcri.
No obstante, hay que saber explotar la oportunidad de interactuar mejor con el cliente con el objetivo de mejorar la experiencia de compra por lo que, el Key Account Manager de PharmaFulcri, recomendó la elaboración de una estrategia comercial adecuada a nuestras necesidades que pasa, en primer lugar, por el conocimiento del mercado y de los distintos tipos de limitaciones que en él podemos encontrar.
Dificultades en el sector de las farmacias
El marco regulatorio en el que se sitúa la oficina de farmacia, hace de la misma un caso especial ya que tiene que “afrontar dificultades administrativas muy superiores al estar a medio camino entre la administración del estado y la industria farmacéutica”. En este sentido, dentro de sus limitaciones en cuanto a la venta de medicamento, el farmacéutico tiene que apostar por el impulso de la venta de productos sin receta combinada con la exploración de nuevas vías de negocio.
Por ello, hay que aprovechar la tecnología también como instrumento de análisis interno del cliente que visita la farmacia: registrando la edad, sexo, hábitos de compra, gustos… De tal manera que nos permita conocer a nuestro cliente y podamos adecuar nuestro servicio a lo que nos demanda. Además, este conocimiento nos permite incrementar nuestra experiencia de marca y, por consiguiente, nuestra visibilidad.
Para finalizar, Muñoz expuso que la farmacia deberá tener en cuenta también que la mejora en su gestión pasa por centrarse en organizar de una manera más eficiente su comunicación, lo que requerirá cierta planificación y la elección de los diferentes canales a través de los que va a querer comunicarse. “Cada canal cuenta con sus propias normas y conocerlas a fondo y saber cuál es el que nos conviene para la farmacia es algo fundamental”, explicó.
Con todo este cúmulo de acciones conseguiremos, no sólo marcar la diferencia frente a las farmacias de alrededor sino también generar una atmósfera de bienestar, mostrando al consumidor que nuestra farmacia es un lugar para la promoción de la salud y no únicamente para prevención de enfermedades.
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