Tras obtener el título en farmacia, las salidas profesionales y laborales de los recién titulados ofrecen diferentes posibilidades profesionales que trataremos en este post.
Farmacias comunitarias
Una de las salidas más comunes y mayoritarias es la farmacia comunitaria. A través de esta opción, el farmacéutico responsable de la custodia y dispensación del medicamento se encarga de distribuir en una oficina de farmacia la medicación a su comunidad, aportando además como especialista, su consejo para que el tratamiento resulte lo más eficaz posible en el paciente y evitar también sus posibles interacciones y efectos adversos.
Dentro del ámbito de la Farmacia comunitaria, podemos diferenciar la farmacia urbana y la farmacia rural. Ambas podemos decir que tienen el mismo cometido pero diferentes formas de trabajar. En cualquiera de ellas, se puede llegar a ofrecer una atención farmacéutica que se desarrolle dentro de cada farmacia como un servicio diferenciador y primordial a la hora de fidelizar al cliente.
Farmacia rural
La farmacia rural tiene un tipo de público más envejecido, polimedicado y con importantes necesidades sanitarias, que requiere, por tanto, un tipo de farmacia más asistencial. A su vez, este tipo de público acude también con mucha frecuencia a la farmacia y permite que el farmacéutico lo conozca más.
Farmacia urbana
La farmacia urbana presta servicio a un tipo de público más variado, a veces incluso de tránsito, que no va a permitir que el farmacéutico conozca al paciente con tanta profundidad. Esto va a influir directamente en la forma de gestionar la farmacia urbana, que en línea a la transformación de la sociedad y las nuevas tecnologías, impone la necesidad de diferenciarse e implantar servicios complementarios al medicamento.
Farmacia hospitalaria
Otra salida profesional del farmacéutico es la Farmacia de hospital, a través de la cual éste se encargará también de la dispensación de los medicamentos a pacientes hospitalizados o ambulatorios con la ventaja también de poder colaborar con otros profesionales de la salud y participar en procesos para la optimización de la eficacia de los tratamientos.
El farmacéutico puede desarrollar también su carrera profesional dentro de la industria farmacéutica llevando a cabo funciones de investigación, envasado, control de calidad, comercialización y venta de productos farmacéuticos.
Farmacia clínica
También a través de la farmacia clínica, el farmacéutico puede desarrollar su labor profesional ofreciendo información en hospitales, residencias geriátricas y otros centros médicos sobre el medicamento, además de llevar a cabo una supervisión de la medicación con la máxima seguridad y eficacia.
Farmacia ambulatoria
Una variación sobre este tipo de farmacia es la farmacia de atención ambulatoria, que ofrece atención farmacéutica a domicilio, dirigida sobre todo a pacientes geriátricos. Esta nueva forma de actuación se empieza a contemplar en zonas rurales con la finalidad de disminuir así las visitas hospitalarias del paciente. La figura del farmacéutico que ofrece este tipo de atención, se está tratando de incorporar dentro de la nueva ley de ordenación farmacéutica, para completar el concepto que tiene la comunidad de la farmacia y dar a conocer y reforzar el papel que ya realiza el farmacéutico comunitario en el cuidado de la salud del paciente, como farmacia de atención domiciliaria, actuando a su vez como farmacia consultora, que en cada visita a sus pacientes asesora en el uso racional de la medicación de cada uno de la forma más eficaz posible pudiendo llegar a administrar su medicamento a pacientes gravemente enfermos en su domicilio.
Farmacia de compuestos
Se puede complementar la farmacia si se es una farmacia de compuestos, que ofrece la oportunidad al recién graduado de dedicarse a la producción y preparación de medicamentos en nuevas formas farmacéuticas, reformulando las mismas para facilitar la administración de un medicamento a determinados pacientes, como puede ser la reformulación de una ranitidina en suspensión a niños de temprana edad pudiendo dedicarse a ello desde un entorno comunitario, clínico o residencial, dependiendo del tipo de formulación realizada.
Farmacia regulada
Y, por último, siempre está la opción de trabajar como farmacéuticos de la Administración de Salud Pública, donde se integra todo lo que concierne a la farmacia regulada.
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