La farmacia es un centro de trabajo donde los empleados pueden sufrir un accidente biológico o de cualquier otro tipo si el titular junto a su equipo no presta especial atención para evitarlo.
Riesgos que pueden darse en una farmacia
Entre todos hay que tratar de eliminar cualquier componente que suponga riesgo de sufrir un daño personal durante el desarrollo del trabajo. Por ello es importante cuidar la prevención de los posibles riesgos laborales que pueden darse en la farmacia.
De hecho, el convenio de farmacia, hace mención a la Ley de Prevención de riesgos laborales 31/1995, del 8 de noviembre, y a su normativa complementaria, subrayando especialmente los factores de riesgo e instando a la adopción de medidas de seguridad favoreciendo la asistencia para la correcta información y formación de todo el personal.
Riesgos y factores de riesgo, ¿cuáles son?
Pueden existir varios riesgos en una farmacia que es necesario evitar. Para ello la recomendación siempre es que hay que realizar una vigilancia de la salud del personal. ¿Cómo? A través de reconocimientos médicos específicos en función de los riesgos existentes en cada momento. El equipo de la farmacia se enfrenta a riesgos relacionados con la higiene y el medio donde trabaja.
- Por ejemplo, cada vez que se elabora una fórmula magistral en la farmacia el personal de la farmacia debe prestar atención especial en cuanto al uso adecuado del material, al vestuario específico que debe utilizar (bata, guantes, gafas de protección) y en cuanto a la actitud que debe desarrollar al acometer su tarea, evitando fumar y/o comer o mascar chicle mientras se encuentre en espacios no adaptados para ello. Además ha de procurar no trabajar e informar de ello a la gerencia de la farmacia cuando tenga algún tipo de afección en la piel / mucosas o en caso de estar desarrollando algún tipo de enfermedad contagiosa.
- El titular por otro lado debe encargarse de adaptar las instalaciones para que exista una correcta ventilación en el laboratorio. Y proveer del material adecuado de calidad en cuanto a utensilios y herramientas. El titular es quien debe de establecer unas normas de trabajo de las que el equipo ha de ser informado: desde el auxiliar en farmacia hasta el adjunto. Y cumplir: vestuario inadecuado, utensilios no limpiados correctamente, comer y fumar en el laboratorio, no dejar recipientes mal cerrados, no usar guantes, no mezclar productos sin comprobar su compatibilidad, etc.
Otros factores de riesgo en la farmacia
Otro tipo de riesgo en una farmacia es el biológico, por presencia en el entorno laboral de un agente infeccioso. Esto es así porque el personal de la farmacia está en contacto directo con el paciente. De hecho, esta es una exposición que surge de la actividad laboral y no siempre implica la manipulación, ni el contacto directo o deliberado con el agente biológico. Esto es lo que ocurre durante la atención o asistencia sanitaria pudiendo existir la posibilidad de contagio y la adquisición de un tipo de enfermedad profesional, por lo que con más razón es importante controlar las actividades que son potencialmente peligrosas.
Las vías de entrada de un agente infeccioso pueden ser:
- La digestiva (fecaloral): por ingestión accidental.
- La sanguínea, por piel o mucosas: como consecuencia de pinchazos, cortes, salpicaduras, etc.
Por ejemplo, la realización de determinación de algunos parámetros sanguíneos en la farmacia como la glucosa o el colesterol, o la realización de un test para el VIH, supone un riesgo biológico, pues se utiliza para ello equipos que requieren de un capilar, una aguja y una lanceta que pueden provocar pinchazos en las personas que los manipulan y a consecuencia de ello un contagio siendo considerados todos los pacientes como potencialmente infecciosos.
- La respiratoria: por inhalación de aerosoles que contengan agentes biológicos y del aire interior, que en ocasiones son bacterias, virus y hongos, ácaros del polvo… susceptibles. todos ellos, de generar infecciones en el ser humano.
COVID-19 y farmacia, uno de los principales riesgos
En este grupo podemos enmarcar la que hoy por hoy preocupa más a los integrantes de la farmacia: El COVID-19, para la que, en estos momentos, es primordial aportar al personal material de protección específico con EPIS, mamparas y control de aforo para mantener y asegurar la suficiente distancia con el paciente y geles hidroalcohólicos, además de una desinfección diaria del ambiente y del establecimiento.
Ofrecer al personal el acceso a test rápidos serológicos en caso de posible contagio, aislamiento y cuarentena y especial protección del personal en situación de gestación y durante el período de lactancia son algunas de las estrategias que un titular podría contemplar para proteger a su equipo humano.
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