Una de las preguntas más habituales sobre las farmacias de guardia es qué función tienen. También qué servicio pueden ofrecer a la población, cómo deben comunicar su guardia. Y qué tipo de productos o medicamentos se pueden dispensar en ellas.
Lo cierto es que las farmacias de guardia existen porque una de las funciones que tienen las propias farmacias es la de ofrecer un servicio sanitario continuo a la población. Recordemos que las oficinas de farmacia son el primer contacto sanitario que suele tener una persona. Y la amplia red de farmacias en nuestro país así lo posibilita. Pero, ¿qué podemos comprar como usuarios cuando acudimos a una farmacia de guardia? ¿Medicamentos sin receta?, ¿sólo con receta?, ¿tiritas, apósitos y agua oxigenada?
En farmacia de guardia… ¿qué medicamentos se pueden dispensar sin receta?
Puntualicemos en primer lugar que una farmacia de guardia tiene como objetivo la dispensación de medicamentos y productos sanitarios que puedan llegar a solicitarse mediante la prescripción médica. Y que esa adquisición se produzca con cierta urgencia. Ya que, de lo contrario, podría esperarse a su adquisición en cualquier otro momento en que la farmacia estuviera abierta en horario habitual.
Asimismo, puede adquirirse en una farmacia de guardia aquellos productos y medicamentos que se necesiten para solucionar cualquier problema de salud del paciente. Siempre justificado a criterio profesional del propio farmacéutico. Nunca se dispensarán medicamentos que requieran receta si el paciente no la lleva. Aunque sea una urgencia y la farmacia esté abierta de madrugada porque está de guardia. Este punto es importante aclararlo porque a menos que se presente receta, el farmacéutico se negará a dispensar un medicamento que la requiera.
En determinadas farmacias, en ocasiones en farmacias rurales, suelen colgarse letreros en los que se indica que de X horas a X horas (generalmente las que dura la guardia) sólo se dispensará con receta. Con ello se deja claro que la guardia es para casos urgentes y sólo con receta.
No obstante, nunca es tarde para anteponer el consejo farmacéutico y proporcionar una atención adecuada a cualquier paciente. Sea la hora que sea. Además, es destacable la importancia que tiene el servicio de guardia de las oficinas de farmacia en cuanto a la dispensación de medicamentos y productos OTC (es decir, aquellos que no requieren receta médica) que puede realizar el farmacéutico, para el tratamiento de síntomas leves de pacientes que no acudan a un centro médico y se dirijan a la farmacia.
Pongamos un ejemplo: el paciente presenta un dolor de muelas terrible. Éste no ha cesado a lo largo de todo el día, pero es sólo después de las 21.00h cuando ha creído conveniente acudir a la farmacia para la valoración del farmacéutico. Si este dolor de muelas se debe a una infección, deberá ser el facultativo correspondiente quien emita una receta para que pueda tomar antibiótico, por ejemplo. Pero si en la farmacia existe algún otro producto que de alguna manera puede aliviar las molestias bucales del paciente y no hay riesgo de que éste lo consuma, será una manera de ayudarlo a sobrellevar su dolor de muelas.
Las farmacias de guardia trabajan fuera de la jornada ordinaria. Su fin es el de cumplir con la obligación legal de prestar asistencia farmacéutica continuada a la población. Y en la práctica habitual, aunque deben proporcionar medicamentos y productos sanitarios solicitados mediante prescripción médica de urgencia, suelen dispensar todo tipo de productos sanitarios.
La importancia de un buen consejo profesional
No debemos olvidar que en el trabajo farmacéutico es fundamental el trato con el paciente y la empatía. También, el consejo profesional que se aporta. Así, una guardia en la que se aporte una recomendación útil, se conecte con el paciente y pueda llegar a cambiarse incluso la dispensación por un consejo farmacéutico de utilidad, puede decir mucho de nuestra farmacia.
Podremos incluso mejorar nuestra imagen. Y, por qué no, regalar una experiencia de compra al paciente que puede llevarle a regresar de nuevo cuando ya su compra o su visita no requiera urgencia. El cliente recordará que le hemos atendido bien. Aun estando de guardia. Y que como resultado, tras su visita, se ha llevado un consejo profesional completo. Si ya nos recomienda, habremos ganado no sólo una venta, sino un prescriptor.
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