¿Qué son los medicamentos falsificados?
Según la OMS, un medicamento falsificado es “un producto etiquetado indebidamente de manera deliberada y fraudulenta en lo que respecta a su identidad y/o fuente”. En este concepto engloba tanto la falsificación de medicamentos genéricos como de marca.
La casuística de los productos falsos se debe principalmente a ingredientes correctos o incorrectos; sin principios activos o de cantidad insuficiente; envases falsos o que pueden contener impurezas peligrosas/tóxicas. Esta situación genera consecuencias de salud: leves (en algunas ocasiones, no consiguiendo los resultados terapéuticos esperados); graves (empeorando la enfermedad de la persona) o muy graves (ocasionando hasta la muerte).
Cómo reconocer los medicamentos falsificados
Para consultar si un medicamento dispone de dicha autorización, simplemente podemos dirigirnos a la web www.aemps.gob.es en la que nos ofrece una información actualizada de todos los medicamentos autorizados.
Este problema que amenaza a la Salud Pública se ha acentuado y ampliado a nivel global motivado especialmente por la alta demanda, el bajo coste de producción y el gran beneficio económico que suscita.
La OMS calcula que el volumen de ventas de medicamentos ilegales se establece en un 10% del mercado mundial de medicamentos, siendo el marco geográfico con mayor incidencia países en los que el sistema de control y supervisión del mercado farmacéutico es más endeble, como ocurre en África.
No obstante, los países desarrollados e industrializados también se apuntan a dicho comercio ilegal y clandestino. Los medicamentos adulterados con mayor frecuencia son relacionados con estilos de vida: rendimiento deportivo, obesidad, trastorno del sueño, disfunción eréctil, tabaquismo, etc. En el ámbito más farmacológico se relaciona más con medicamentos terapéuticos como la olanzapina, clopidogrel o bicalutamida. Y es a través de internet, la vía más cómoda de evitar los controles de la legalidad.
¿Cómo se evita la falsificación de medicamentos?
Por todo ello, y para detener entre todos los países este problema creciente, en febrero 2006 se funda IMPACT (International Medical Products Anti-Counterfeiting Taskforce), grupo de trabajo compuesto por autoridades sanitarias, asociaciones internacionales y la industria farmacéutica. Puntualizar en el marco legal español la ley 29/2006 en lo que se refiere al sistema de supervisión y control del mercado farmacéutico (trazabilidad de los medicamentos). Y mencionar, también, la entrada en vigor, el 9 de febrero de 2019, de la Directiva sobre Medicamentos Falsificados (FMD) de la Unión Europea, con el objetivo de evitar que los medicamentos falsos entren en la cadena de suministro (fabricación, distribución y dispensación).
Medicamentos falsificados en España
En España y a nivel usuario, ¿cómo podemos reconocer los medicamentos falsificados? Las recomendaciones que debemos seguir para evitar el consumo de medicamentos ilegales son los siguientes:
- Adquirir medicamentos solo en lugares autorizados: Oficina de Farmacia.
- En el caso de que se realice a través de la página web de una oficina de farmacia, sólo podrá adquirir medicamentos no sujetos a prescripción médica. Dicha página web deberá estar autorizada para venta online y disponer del logotipo común obligatorio por el cual se puede verificar su legalidad al realizar clic en dicho logotipo.
- Sólo la oficina de farmacia está autorizada a vender medicamentos y en caso de que queramos consultar las oficinas de farmacia autorizadas para la venta online podemos consultar la lista de ellas que se encuentra publicada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios – Distafarma: https://distafarma.aemps.es/farmacom/faces/inicio.xhtml.
Por otra parte, se establecen medidas para la identificación individual de cada envase a través de dispositivos de seguridad obligatorios en aquellos medicamentos con mayor riesgo de ser falsificados: “track and trace” permite conocer la ubicación del medicamento en la totalidad de la fases de un proceso (nº único de identificación y matriz de datos bidimensional); “serialización” (nº único de serie para cada unidad) facilita la trazabilidad; y “epedigree”(registro electrónico con toda la información desde la producción hasta el consumidor final).
Son algunas de las medidas de control existentes con la finalidad de evitar la entrada y/o salida de medicamentos falsificados.
En definitiva, un medicamento ilegal es un riesgo para la salud individual y colectiva. Todos somos clave para el control de esta enrevesada trama y en especial el papel de la cadena farmacéutica.