Tipos de pruebas de alergia
Las pruebas de alergia son diferentes tipos de pruebas que se emplean para determinar si una persona es alérgica o no a una determinada sustancia, toxina, alimento o medicamento. A la sustancia responsable es denominada alérgeno.
Estas pruebas evalúan las reacciones exageradas del sistema inmune que se producen tras el contacto con un alérgeno o su extracto y se pueden clasificar en tres tipos:
- Pruebas cutáneas. En este tipo de pruebas, el alérgeno se expone a la piel. Se consideran métodos efectivos, sencillas de realizar y rápidos para el diagnóstico de las enfermedades alérgicas. Entre ellas están el Prick-test, las pruebas intradérmicas y las pruebas del parche (TRUE Test).
- Pruebas de provocación o de exposición controlada. Pueden ser orales, en las que se administra dosis contraladas del alimento o medicamento sospechoso al paciente y otras, en las que el objetivo es provocar una reacción en órganos sensible como ojos, nariz y aparato respiratorio.
- Pruebas sanguíneas. En este caso, se expone una muestra de sangre capilar y las pruebas pueden ser séricas, en las que se determinan las inmunoglobulinas o los mediadores de la respuesta alérgica y celulares, que evalúan la respuesta de las células a determinados alérgenos.
En este punto, es importante incidir en que este tipo de pruebas sólo se realizarán en los casos de sospecha real de alergia, después de consultar con un médico especialista.
¿Dónde hacer este tipo de pruebas?
Existen diferentes sitios donde hacer pruebas de alergia. Todas estas pruebas se pueden realizar en los diferentes centros sanitarios, siendo el personal de enfermería quien se encarga de realizar la prueba y a partir de aquí, un médico interpreta los resultados.
Como propuesta de valor y diferenciación frente a otros canales, algunas farmacias ofrecen los test de alergia dentro de su cartera de servicios profesionales. Estos test son pruebas sanguíneas rápidas y fáciles de usar, frente a varios alérgenos comunes a partir de la toma de una muestra simple de sangre capilar. Este servicio se ve complementado de forma importante por el asesoramiento que ofrece además el farmacéutico, en relación a los resultados que se obtienen en la prueba.
Ante la presencia de síntomas como congestión nasal, rinorrea, estornudos, lagrimeo y enrojecimiento de los ojos, tos seca, pitidos en el pecho al respirar, dificultad respiratoria y otros más graves como anafilaxia en un paciente, las pruebas de alergia no son solicitadas por el médico de cabecera sino que, a partir de la historia clínica y el examen físico realizado por este, será el alergólogo quien evaluará la conveniencia de realizar estas pruebas para la determinación final del diagnóstico de esta dolencia y su tratamiento.
De forma previa a la realización de las pruebas de alergia, hay que ir en ayunas y es muy importante también no tomar antihistamínicos ni corticoides.
Los pacientes pueden tener acceso a las pruebas de alergia de la Seguridad Social y a través de las Sociedades médicas de ámbito privado cuyo precio puede oscilar desde los 40€ a los 285€.