En este blog intentaremos ofrecer una visión más clara de las diferencias y oportunidades profesionales de los farmacéuticos en dos entornos tan variados como pueden ser la farmacia comunitaria (también llamada oficina de farmacia) y la hospitalaria, ya que ambas juegan un papel fundamental en la atención al paciente, pero presentan diferencias y similitudes destacables.
Empezaremos por su definición:
La farmacia comunitaria en España es un establecimiento sanitario privado de interés público. Está regulado por las leyes estatales y autonómicas. Y desde ella, el farmacéutico comunitario asegura a la población el acceso a los medicamentos y productos sanitarios, ayudando a los pacientes a llevar a cabo un uso seguro, efectivo, eficiente y responsable. Además, lo hace implicándose en la consecución de resultados en salud.
La labor del farmacéutico comunitario es ofrecer una atención sanitaria integral y al usuario o paciente en todo lo relacionado con el uso de los fármacos: desde el proceso de la dispensación de una prescripción médica, o de venta libre, recomendación de tratamiento en un síndrome menor y el seguimiento o control farmacoterapéutico.
En función de su ubicación en áreas fácilmente accesibles, se distinguen dos tipos de farmacias, las rurales y las urbanas.
Cabe decir que desde la web de SEFAC, Sociedad Española de Farmacia Comunitaria www.sefac.org apuntan como misión principal “Liderar la evolución del farmacéutico comunitario desde la provisión del medicamento a la prestación de servicios profesionales farmacéuticos centrados en el paciente y en la población en el ámbito de la atención primaria y sociosanitaria y en coordinación con otros profesionales de la salud.”
Planes y estrategias de este tipo de farmacias
También es importante destacar la participación de la farmacia comunitaria en planes y estrategias del Ministerio de Sanidad y Comunidades Autónomas, en la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.
La farmacia hospitalaria es una especialidad farmacéutica cuya función en su desarrollo laboral depende directamente de la dirección médica de un hospital. En este ámbito, el farmacéutico trabaja estrechamente con médicos, enfermeros y otros profesionales de la salud en el hospital, colaborando en la toma de decisiones sobre la terapia con medicamentos y la gestión de enfermedades crónicas.
Los farmacéuticos hospitalarios se encargan de la preparación de medicamentos intravenosos, dosis individuales y otros preparados especializados, evalúan y ajustan las terapias medicinales de los pacientes para garantizar su seguridad y eficacia, especialmente en casos de pacientes con condiciones múltiples y complejas, estando especialmente atentos a las reacciones adversas a los medicamentos.
La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria SEFH www.sefh.es
es un referente para los profesionales que se dedican al servicio farmacéutico hospitalario. Se trata de un organismo privado y sin ánimo de lucro que se encarga de nutrir de conocimientos a los profesionales para aumentar el uso adecuado y seguro de los medicamentos.
¿Qué diferencias y oportunidades profesionales hay entre farmacia comunitaria y hospitalaria?
La farmacia comunitaria y la hospitalaria son dos entornos farmacéuticos distintos, cada uno con su propio conjunto de responsabilidades y desafíos. Las características claves que difieren entre ellas radican en la ubicación del puesto de trabajo, funciones y los tipos de pacientes a los que atienden.
La principal diferencia está en su ubicación y accesibilidad: la farmacia comunitaria se encuentra a pie de calle y es fácilmente accesible para el público, mientras que la hospitalaria opera dentro del entorno del hospital y atiende principalmente a pacientes hospitalizados.
Además, mientras la farmacia comunitaria atiende de manera generalizada, siendo un primer punto de contacto para los pacientes, la farmacia hospitalaria está centrada en una atención médica especializada y colabora con el equipo de salud del hospital.
Por último, la dispensación de medicamentos es también completamente distinta, en la comunitaria es su actividad principal, mientras que en la hospitalaria tiene mayor importancia la preparación de medicamentos y la gestión de las terapias medicinales para el paciente.
Atención, educación y seguridad del paciente
No obstante, estos dos entornos farmacéuticos tan variados comparten en común la importancia de la atención y educación del paciente, asegurando que comprendan sus tratamientos y tomen sus medicamentos de manera adecuada, así como ser responsables de una ética profesional, siendo la seguridad del paciente la principal prioridad, respetando en todo momento la confidencialidad y la integridad en todas sus interacciones.
Por eso los farmacéuticos, en estos dos entornos, requieren una alta formación y un conocimiento profundo de los medicamentos, sus efectos y su uso seguro.
Los farmacéuticos comunitarios suelen tener una formación centrada en la atención comunitaria, conocimientos de farmacología general y habilidades de comunicación para interactuar eficazmente con el público, por otro lado, los farmacéuticos hospitalarios suelen tener formación adicional en áreas especializadas de farmacia clínica y a menudo completan residencias enfocadas en la atención hospitalaria. Requiere conocimientos especializados, como por ejemplo en farmacoterapia avanzada, dada la complejidad de las condiciones complejas de los pacientes y los tratamientos que manejan. Se trata de un trabajo más técnico que el de un farmacéutico comunitario.
Oportunidades profesionales en la farmacia comunitaria y en la farmacia hospitalaria
Las oportunidades profesionales son muy variadas:
En la farmacia comunitaria el farmacéutico puede ser propietario o gerente de farmacia responsabilizándose en la gestión del negocio, recursos humanos y marketing, además por supuesto del aspecto farmacéutico, desde especialidad en medicamentos de venta libre y suplementos, como atención a pacientes crónicos, salud preventiva o incluso educación y formación a otros colegas de profesión.
En la farmacia hospitalaria la especialización clínica es muy importante, así como la investigación y desarrollo de proyectos, la gestión de recursos, supervisión de personal, preparación de medicamentos especializados que no están disponibles comercialmente y por último los farmacéuticos hospitalarios también ejercen como educadores, tanto para otros farmacéuticos como personal de salud, residentes médicos y estudiantes de medicina. Tiene un desarrollo profesional continuo ya que participan en seminarios, cursos y conferencias para mantenerse actualizado con los últimos avances en farmacología y atención al paciente
Cada área ofrece distintas vías para el desarrollo de una carrera satisfactoria y significativa en farmacia, dependiendo de los intereses y habilidades del individuo en la gestión del cuidado del paciente o en la administración y gestión de farmacia.