Productos y servicios de las farmacias
En todas las farmacias podemos encontrar dos tipos de productos, por un lado, los medicamentos y las especialidades. Y, por otro, la parafarmacia.
La forma de trabajar la parafarmacia define la especialización de la botica. Siendo esta fundamental para posicionarse frente a la competencia y para atraer al público potencial. Una farmacia que busca diferenciarse se distingue además de por sus productos. Pero también por sus servicios. Y esto es algo que muchas veces el titular olvida desarrollar a pesar de ser la mejor herramienta para posicionarse estratégicamente en el mercado y mejorar su rentabilidad.
A la hora de elegir el surtido y los servicios tenemos que tener en cuenta varias cosas: por una parte, las limitaciones del espacio de venta y de almacenamiento del que disponemos, porque condicionará el número de referencias. Pero también la variedad de laboratorios, categorías que pueden ser expuestos en función de los metros lineales del mismo y de los metros que deben quedar en ese mismo espacio en los que desarrollar los servicios que requieren unas dimensiones especiales y una confidencialidad.
Cómo elegir los productos de una farmacia
También es importante detectar las necesidades de nuestro cliente potencial. Porque será la palanca que nos ayude a decidir con qué laboratorios trabajar en función de la demanda del tipo de producto y del servicio que buscan. Para conocer esto tenemos que estudiar:
- Personas censadas en la zona de influencia de la farmacia: serán gran parte de nuestros potenciales clientes, ya que por cercanía acudirán a nuestra farmacia. De esta población deberemos conocer valores como:
- la edad mayoritaria, si hay rangos de edad en crecimiento o decrecimiento
- la renta media
- la proporción de inmigración
- el porcentaje de población dependiente por situación de desempleo.
- Ubicación de la farmacia: establecimientos y comercios cercanos (colegios, centros veterinarios, clínicas dentales, …) que atraen a un gran número de personas y a las cuales podemos fidelizar.
- Personas que entran en la farmacia: se debe disponer de una base de datos con:
- el nombre de los clientes
- edad
- apreciación de nivel adquisitivo
- productos más comprados
- si es un cliente fijo o no. Esto nos ayudará a analizar las motivaciones de nuestros clientes reales hasta entonces.
- La competencia: estudiarla de manera constante, conocer que servicios y surtido tienen. Y, por último, qué opinión tienen los clientes de la misma. Todo ello ayudará a definir nuestro surtido.
Una vez estudiado el mercado, decidiremos los productos y servicios a implantar en la farmacia.
En este punto debemos estudiar las categorías a elegir para trabajar con ellas más o menos seleccionando aquellas en las que nos interesa especializarnos y “explotar” más. Estas pueden ser: dermofarmacia, natural, salud ocular, salud deportiva, infantil, … Y en cada una elegir los laboratorios que más se adapten a la demanda de la población estudiada, tratando de diferenciarnos con ellos de la oferta de la competencia, buscando además la mejor condición posible (tanto de sell-in como de sell-out).
Servicios que puede ofrecer una farmacia
Los servicios que pueden realizarse en cualquier oficina de farmacia, sin requerir titulación específica son los siguientes:
- Determinación parámetros salud: control de glucosa/colesterol/TG)
- Determinación grupo sanguíneo
- SPD
- Deshabituación tabáquica
- Medición de peso y tensión arterial
- Formulación magistral
- Perforación del lóbulo de la oreja
- Test de intolerancia alimentaria
- Dermoanalizador
- Diagnóstico capilar
- Alquiler de ortopedia
- Charlas/talleres a colectivos (colegios, ancianos, …)
En el caso de que el titular tenga titulación propia de ortopedia y óptica, podremos implantar estos servicios, habilitando una zona de la farmacia para el desarrollo del mismo. Este caso es parecido al de nutrición y dietética, que para poder llevar a cabo el servicio necesitamos que el titular o un trabajador de la farmacia tenga la titulación