El visual merchandising es la práctica en la industria minorista de optimizar la presentación de productos y servicios para resaltar mejor sus características y beneficios. El propósito es atraer, involucrar y motivar al cliente para que realice una compra.
Hace tiempo que la farmacia dejó de ser un lugar solo para ir a comprar medicinas. Hoy en día, todo el mundo apuesta por un estilo de vida saludable. Y la farmacia se ha convertido en un espacio de salud, cómodo y funcional, equipado con variedad de servicios y categorías de productos, siempre contando con la gran ventaja de una atención personalizada. El objetivo final y satisfactorio sería que, para el cliente, la farmacia fuese “el espacio de referencia para cuidar de su salud”.
Técnicas de visual merchandising
El merchandising ayuda a conocer el comportamiento e inercias del cliente, captando y conociendo lo mejor de él, para saber aprovecharlo con el objetivo de generar ventas, aumentar el ticket medio y fidelizarlo, gracias a su consumo de servicios y productos. Si lo dirigimos a un punto de venta clave como es una farmacia, con unas buenas técnicas de merchandising en farmacias se podrán alcanzar los objetivos de crear una experiencia de compra satisfactoria y valor de marca para la farmacia. Con ello conseguimos además que el cliente vuelva de nuevo y el establecimiento pase a ser “su farmacia de confianza”.
Aplicando unas sencillas reglas básicas del marketing, el éxito de una farmacia para atraer y retener a clientes objetivo se puede basar en varios factores: además de gestionar bien el stock para optimizar la rentabilidad, es importante una buena presentación en los lineales y escaparates con productos de calidad y confianza. Así como tener en cuenta la estacionalidad y el lugar físico adecuado al alcance visual del cliente. Y, por último, y no menos importante, crear un buen ambiente y dar un servicio agradable y personalizado. De hecho, no hay que olvidar que existe una relación directa entre la emoción del cliente y la compra. Y en una farmacia, más aún, ya que el cliente espera tener una agradable experiencia de compra donde la persona que le atienda sea cercano, rápido, discreto, respetuoso y encontrar el producto que necesita. Todo esto fideliza de una manera natural al cliente.
Pero centrándonos en el visual merchandising, el concepto “visual” viene dado porque nuestro cerebro es el que se encarga de discriminar y organizar la información que tenemos al alcance de nuestros ojos, filtrándola y eliminando todo aquello que no le es suficientemente llamativo. Por este motivo el objetivo del visual merchandising es llamar su atención, para que el cliente se fije en el producto.
Otros elementos de visual merchandising
Además, entran en juego otros elementos imprescindibles que hay que cuidar en el exterior de la farmacia como son:
- la fachada y puerta
- cruz
- rótulo
- indicadores de turnos de guardia
- escaparate teniéndolo al día con promociones y productos estacionales.
En el interior de la farmacia jugar con la luz y los colores, dirigiendo el foco de luz a los productos que nos interesa resaltar nos asegurará la atención del cliente. La ubicación del producto y el espacio de exposición por categorías y por niveles es vital. Así como saber cómo colocar productos en el lineal, definir zonas frías y zonas calientes y trabajar bien el espacio de mostradores. Todo ello nos dará el conocimiento de lo que demanda el cliente en el día a día y por último es importante conocer los flujos de circulación y pasillos.
Si además se complementa con comunicación de folletos, catálogos, muestras para dar a conocer los productos, promociones, realización de presentaciones u otros eventos, se estará optimizando los recursos del marketing farmacéutico y en concreto, sacando el máximo partido al visual merchandising al ofrecer un diseño y una exposición de los productos cómoda, ordenada y lógica, volviendo más atractivo el espacio de salud que es la farmacia.