Cuando hablamos de custodia y conservación de los medicamentos, el artículo 12 de la Ley 13/2022de de 21 de diciembre, de Ordenación y Atención Farmacéutica, dispone que las farmacias para asegurar la integridad de los medicamentos, productos sanitarios y materias primas para la elaboración de fórmulas magistrales y preparados oficinales adquiridos, deberán mantener en cada caso las condiciones de temperatura, humedad y luz adecuadas para su almacenamiento y conservación, de acuerdo con la ficha técnica autorizada de cada medicamento, estableciéndose para ello protocolos que aseguren estas condiciones en su recepción y manteniéndose un registro diario de temperatura, de las incidencias en caso de rotura de la cadena de frío y de las medidas adoptadas en su caso.
REGLAS DE CONSERVACIÓN DE LOS MEDICAMENTOS
Las reglas de conservación de los medicamentos son las siguientes:
- Se llevará el registro diario de temperatura máxima y mínima, quedando también escritas las actuaciones llevadas a cabo en caso de anomalía. Los citados registros se archivarán para su posterior comprobación.
- En el momento de la recepción, se comprobará como se ha mantenido la cadena de frío de los medicamentos termolábiles. Sin embrago, en el caso de que no fuera así, se devolverán inmediatamente al proveedor. Además, se llevará un registro de las incidencias producidas al respecto, de manera especial: en los casos de interrupción de la cadena de frío y ausencia de indicadores de frío.
Por su parte, en relación a la dispensación de los medicamentos, el artículo 6 de la citada Ley establece la obligación del farmacéutico de informar, asesorar y aconsejar sobre el uso correcto y racional de los medicamentos y productos sanitarios. En especial en lo referente a:
- indicaciones
- posología
- contraindicaciones
- su conservación.
Todos los medicamentos tienen que mantenerse en el rango de temperatura recomendado por el laboratorio. Por ello, para tener una correcta conservación de los medicamentos, hay que atender a la ficha técnica de cada especialidad farmacéutica toda vez que estas han sido aprobadas por la Agencia Española del Medicamento.
Especial atención merecen los medicamentos que deben estar refrigerados, es decir, los medicamentos termolábiles.
¿QUÉ SON LOS MEDICAMENTOS TERMOLÁBILES
Los medicamentos termolábiles son aquellos que deben conservarse en la nevera a una temperatura entre 2 y 8 grados para que así mantengan su actividad farmacológica de forma óptima. Esto es así porque, con motivo del calor estos se pueden descomponer o desnaturalizar, perdiendo sus propiedades originales, pudiendo afectar a la seguridad del mismo.
EJEMPLOS DE MEDICAMENTOS TERMOLÁBILES
Son medicamentos termolábiles las insulinas, vacunas, determinados colirios, algunos antibióticos, tratamientos de fertilidad, probióticos, etc. Sin embargo, si no sabemos qué medicamentos son termolábiles, podemos fijarnos si en el envase del mismo hay un cícero (copo de nieve), lo que nos indicará que se trata de un medicamento de nevera.
Las oficinas de farmacia tienen que contar con equipos de refrigeración que permitan la correcta conservación de los medicamentos termolábiles dentro de los rangos de temperatura establecidos. Para controlar la temperatura, es obligatorio que los equipos de refrigeración cuenten con un termómetro que marque las temperaturas máximas y mínimas y éstas sean registradas continuamente en el libro de registro de temperaturas.
RESPONSABILIDADES DEL CLIENTE PARA LA CONSERVACIÓN DE LOS MEDICAMENTOS
Hay que tener en cuenta que la conservación de los medicamentos termolábiles no le corresponde únicamente a la oficina de farmacia, sino también al cliente-paciente que adquiere el medicamento. Por esta razón, el farmacéutico debe informarle sobre la importancia de mantener la cadena de frío del medicamento e insistir en que el medicamento termolábil no puede estar fuera de la nevera mucho más tiempo del indicado, toda vez que si esta cadena de frio se rompe, el medicamento puede perder su eficacia y/o seguridad. Por ello, el transporte medicamentos refrigerados debe seguir las pautas indicadas por el farmacéutico.
Además, es importante tener en cuenta que si los medicamentos han sufrido cambios bruscos de temperatura o no sabemos cuánto tiempo han estado a una temperatura diferente a la indicada por el laboratorio, es recomendable deshacerse de dichos medicamentos, ya que se habrá roto la cadena de frío de los medicamentos, es decir, se habrá interrumpido la refrigeración de los medicamentos termolábiles, y como hemos dicho perderán su estabilidad y finalidad.
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