En diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan se identificaba por primera vez el COVID-19. Desde entonces se ha desatado posteriormente una alarma de salud pública a nivel internacional. En España estamos viviendo un duro momento como país. De hecho, durante el estado de alarma, los datos marcaron más de 50.000 casos confirmados y más de 4.000 fallecidos aparte de los daños colaterales acontecidos desde el punto de vista sanitario.
LA FARMACIA, EN PRIMERA LÍNEA ANTE EL COVID-19
En la oficina de farmacia, se está viviendo además un momento especialmente complicado. Esto es debido a tratarse de la primera línea de actuación ante el coronavirus. En donde se intenta ayudar a la población que se acerca a la farmacia buscando la información. Aunque también el consejo que hoy por no pueden darles el resto de los profesionales que están al frente.
Uno de los temas frecuentes estos días gira en torno a la protección frente al COVID 19. Ya que es de suma importancia la prevención de contagios a través de las medidas necesarias. Por ello, el problema llega cuando llevar a cabo estas medidas se hace inviable debido a la elevada demanda de ciertos productos y consecuente desabastecimiento de éstos.
Ante esta situación, a lo largo de estos días, la oficina de farmacia se ha visto sumergida en una lucha frenética por conseguir productos farmacéuticos. El desabastecimiento de productos ha añadido a esta situación de emergencia sanitaria cierta sensación de desprotección. Pero también angustia e incertidumbre.
En caso de conseguir adquirir cierta cantidad de mascarillas, guantes y geles hidroalcohólicos, el aumento del precio de coste de estos, por parte de proveedores y distribuidores ha llevado a la farmacia a trasladarlo en un incremento en su PVP. Como consecuencia, el consumidor percibe demasiado alto este nuevo PVP comparado con el anterior a esta crisis.
REAL DECRETO 7/2020 para fijar el precio de los medicamentos
Desde el Gobierno, con el objetivo de adoptar medidas urgentes para responder al impacto económico del COVID-19, ha decidido tomar medidas al respecto. El 12 de marzo firmaba un Real Decreto-ley, por el que se modifica el artículo 94.3 de la ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios.
Hasta ahora, el gobierno podía regular el mecanismo de fijación de los precios de medicamentos y productos sanitarios no sujetos a prescripción médica. Con esta modificación, se amplía esta regulación a otros productos necesarios para la protección de la salud poblacional. Además, se añade, que ante una situación excepcional sanitaria, como en la que nos encontramos, podrá fijar el importe máximo de venta al público de los medicamentos y productos a los que se refiere anteriormente, por el tiempo que dure dicha situación excepcional.
Con esta medida, el Gobierno pretende llevar a cabo el control de precios de ciertos productos. Es decir, abrir la posibilidad de establecer un precio máximo para geles desinfectantes. De igual manera podrá poner un límite en el precio de las mascarillas y otros productos no sujetos a prescripción médica, facilitando así el acceso de la población a productos tan necesarios en estos momentos.
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