Saltaba hoy a los medios la noticia de que se ha endurecido la regulación en la venta de fitoterapia en la farmacia, y muchos podrán pensar tras leerla que plantas medicinales y homeopatía son la misma cuestión. Sin embargo, contrariamente a esta creencia y debido al desconocimiento general, se hace cada vez más necesario puntualizar que entre estos dos tipos de terapia existen muchas más diferencias de lo que a simple vista puede parecer.
Sin detenernos a detallar cuáles son las semejanzas y desigualdades de ambas, vamos a tratar de contextualizar un poco la terapia que nos ocupa, pues existe mucha y muy variada información de Homeopatía en la red y, de vez en cuando, conviene centrarse un poco y pararse a pensar por qué este tipo de método curativo, con más de 100 años de historia, todavía hoy, sigue estando en boca de muchos.
Pareciera que los finales de siglo sirven para replantearse muchas de las costumbres y usos de la población, para poder iniciar el siguiente con mejor pie. Eso es lo que debió de pensar Samuel Hahnemann, el médico sajón que fundó la homeopatía. De él se sabe que redescubrió el principio de similitud y sentó las bases teóricas y prácticas de este nuevo método terapéutico.
Haciendo un enorme salto en el tiempo, y situándonos en 2003, las cifras indicaban que más de 100.000 médicos en el mundo habían llegado a prescribir de forma habitual medicamentos homeopáticos. Un número que 7 años después (2010) se incrementó notablemente, pues se estima que existen en el mundo alrededor de 250.000 médicos homeopáticos, que atienden a 400 millones de pacientes.
El empleo de la Homeopatía en el mundo está bastante extendido, pues puede llegar a encontrarse en más de 80 países. Por cerrar el cerco un poco más, en Europa son 34.000 los médicos homeopáticos y se reducen a 10.000 los que se encuentran en España.Son muchos, pero también son muy numerosas las dudas que generan este tipo de medicamentos que, sobre todo en los últimos tiempos, son mayoritariamente empleados para el tratamiento de enfermedades respiratorias, alergias o estados de estrés y ansiedad.La tendencia sitúa que uno de cada tres españoles confiesa haber probado alguna vez un medicamento homeopático y la mitad de ellos, movidos por el consejo de un familiar o amigo.Ahora bien, la Homeopatía sigue generando dudas y confusión y no es raro que gran parte de la población considere que este tipo de terapia más se asemeja al placebo y al efecto que produce en el organismo la mente humana: si pensamos que nos vamos a curar, nos curamos.
USO DE LA HOMEOPATÍA
Sea como fuere, los números indican que más de 15 millones de españoles ha usado alguna vez un medicamento homeopático.
Siendo prácticos… Al margen de su efectividad y de si realmente puede considerarse a la Homeopatía una terapia curativa o realmente es una pseudociencia, diremos que los medicamentos homeopáticos, de venta exclusiva en farmacias (con lo que llevan consigo la obligatoriedad de tener que cumplir con las mismas exigencias de control de fabricación que el resto de medicamentos), suelen tener un coste algo superior a los EFP. Los tratamientos son de mayor duración (con lo que la frecuencia de administración, también es mayor); requieren atenciones especiales y explicaciones más detalladas por parte de los profesionales farmacéuticos. Pero, sobre todo, cuentan con un hándicap mucho mayor: que son poco conocidos, por lo que pueden generar ciertos recelos. Esto, unido al posible empeoramiento inicial de los síntomas y que no son siempre fáciles de usar, hacen que la homeopatía en nuestro país, no sólo cuente con ciertas dificultades por la ‘mala prensa’ que puede encontrarse sobre ella, sino también porque requiere de mayor información que la explique.
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