Todos disponemos en casa de un botiquín de primeros auxilios en el que disponemos de un apartado para curas y otro espacio para medicamentos. En él no suelen faltar analgésicos, siendo los más habituales el paracetamol y el ibuprofeno.
En muchas ocasiones, ante un dolor de cabeza, malestar, dolor muscular o síntomas gripales como el dolor de garganta, recurrimos a medicamentos tradicionales como son el ibuprofeno y el paracetamol.
No obstante, existen diferencias entre ambos analgésicos y a menudo el paciente no conoce cuál es el más adecuado para su dolencia. A la hora de elegir uno u otro dependerá de la sintomatología y del origen de la afección. Solemos recurrir más al ibuprofeno por su acción antiinflamatoria ante sintomatologías que cursen con inflamación; mientras que, hacemos uso de paracetamol para el dolor y la fiebre, por su efecto antitérmico. Ambos medicamentos se consideran seguros en base a las dosis recomendadas para niños, adolescentes y adultos.
Según datos de IQVIA del 2022, el paracetamol es el fármaco de primera opción para tratar la fiebre y el dolor moderado, aumentando su demanda en los últimos doce meses, en un 36,9%; dato que se vio acrecentado por la recomendación frente a síntomas del covid-19. En el primer trimestre del 2022, se dispensaron en las farmacias españolas 16,9 millones de unidades: de los cuales 8,3 millones fueron paracetamol, 3,2 millones de unidades ibuprofeno; y la diferencia restante, pertenece a otras moléculas.
A continuación, diferenciaremos ambos medicamentos.
Ibuprofeno vs Paracetamol: ¿Qué son? ¿En qué se diferencian? ¿Cuál es mejor?
Ibuprofeno
Pertenece al grupo de los AINE o antiinflamatorios no esteroideos, inhabilitando la síntesis de prostaglandinas, responsables de la respuesta inflamatoria y del dolor. Se utiliza principalmente como antiinflamatorio, analgésico y antitérmico. Este medicamento combate el dolor y la inflamación, indicado para el tratamiento del dolor leve o moderado como por ejemplo lesiones musculares, artritis, dolores menstruales, dolor de muelas, dolor de garganta, migrañas, etc. También, sirve para controlar la fiebre cuando el paracetamol no ha sido suficiente en el intervalo de tiempo definido.
El ibuprofeno debe tomarse siempre con alimentos, por ser gastro agresivo por lo que se recomienda tomarlo tras la ingesta de la comida. Como efecto adverso, además de dañar la mucosa digestiva, afectar al riñón y tener efectos en el sistema cardiovascular. La dosis diaria máxima en adultos es de 1.200mg.
La dosis que se prescribe y dispensa en adultos es de 400mg y de 600mg, con los que establecer la posología para el paciente. La dosis de 400mg en comprimidos o en sobres es la que se presenta además como especialidad publicitaria, de forma que el paciente puede adquirirla en el caso del tratamiento de dolencias menores en mostrador, al ser demostrado que la efectividad de esta dosis es suficiente para conseguir el efecto terapéutico deseado, y a consecuencia de ello la de 600mg sólo puede dispensarse con receta médica.
Paracetamol
Pertenece al grupo de medicamentos llamados analgésicos y antipiréticos; no presentando efecto antiinflamatorio. Está indicado para el tratamiento sintomático del dolor leve o moderado y para disminuir la fiebre. Se suele prescribir para dolores de cabeza, síntomas ocasionados por fiebre o gripe. El efecto adverso más importante es la hepatotoxicidad que produce en tratamientos prolongados.
Este medicamento se suele alternar con ibuprofeno u otro antiinflamatorio en ocasiones, cuando no se consigue bajar la fiebre en el intervalo de cuatro horas.
Existen diferentes formatos: comprimidos, solución oral o supositorios (estos dos últimos formatos más utilizados en el caso de los niños). Existen paracetamol de 325mg, 500mg, 650mg, 1g. La dosis diaria máxima en adultos 3.000mg.
En definitiva, a pesar de las similitudes y las diferencias entre ambos medicamentos es relevante utilizar la medicación correctamente, no abusar de ella y no automedicarse.
No solo es labor y responsabilidad de todos mantener un uso prudente de los medicamentos para un buen mantenimiento de la salud pública, sino evitar el abuso de ellos ya que pueden producirnos problemas graves a largo plazo en nuestra salud y bienestar.