Una farmacia ambulatoria es una farmacia que proporciona medicamentos y servicios a pacientes que reciben tratamiento sin necesidad de estar internados en un hospital. Es la responsable de la dispensación de toda la medicación ambulatoria de los pacientes que no están ingresados. Y de facilitarles información sobre todos los fármacos que se dispensan.
La farmacia ambulatoria puede ubicarse en centros de salud. Pero también en clínicas sanitarias o pueden funcionar también como establecimientos independientes. En ocasiones, son unidades pertenecientes al Servicio de Farmacia Hospitalaria. Se constituyen con la finalidad de responder a las necesidades farmacoterapéuticas de los pacientes que acuden a las consultas externas del hospital.
Ofrecen una variedad de servicios entre los que se incluyen la dispensación de medicamentos recetados, seguimiento de tratamientos, consultas farmacéuticas y educación hacia el paciente en torno al uso adecuado de los medicamentos, entre otros motivos, para evitar la automedicación.
La farmacia ambulatoria en España:
La dispensación de medicamentos a pacientes ambulatorios está regulada en España por la Ley General de Sanidad de 1986. También viene recogida por la fase V del Programa Selectivo de Revisión de Medicamentos (PROSEREME V) de 1991, donde se establece que todos los medicamentos que sean de uso hospitalario deberán estar prescritos por un médico que se encuentre adscrito a los servicios de un hospital. Además, será precisamente el Servicio de Farmacia Hospitalaria el que será responsable de su dispensación.
Tipos de farmacia en España:
Además de la farmacia ambulatoria, existen en España varios tipos de farmacia. Para empezar, la farmacia comunitaria es, quizá, la más conocida de todas. Es también conocida como farmacia comunitaria. Se encuentran en barrios, centros comerciales, zonas rurales y áreas urbanas. Dispensan medicamentos bajo prescripción médica, pero también los de venta libre y o productos sanitarios, además de ofrecer consejo sobre salud y bienestar a los pacientes. Pueden contar con zona de venta de parafarmacia y ofrecer otros servicios como la formulación magistral, óptica, ortopedia, toma de tensión, etc.
Por su parte, la farmacia clínica es la que se encuentra dentro de las clínicas ambulatorias o centros de salud. Están pensadas para que puedan atender a los pacientes que visitan dichos centros y acuden a ellos para consultas y para recibir determinados tratamientos, sin necesidad de quedarse hospitalizados.
La farmacia hospitalaria está ubicada dentro de un hospital. Dispensan medicamentos a los pacientes del hospital. Pero, además, ofrecen otros servicios como el control, la distribución y la compra o el almacenamiento de fármacos muy específicos para los tratamientos que los pacientes reciben dentro del centro hospitalario. Pueden llegar a realizar también ensayos clínicos con fines científicos.
Los botiquines farmacéuticos
Los botiquines farmacéuticos son otra tipología. Se trata de una medida excepcional de planificación que requiere siempre autorización previa de la Administración sanitaria. Tal y como se describe en la Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica de la Comunidad de Madrid, se trata de establecimientos farmacéuticos que están vinculados a una oficina de farmacia con carácter auxiliar y sirven para reforzar la atención farmacéutica. Aparecen como “elementos necesarios de la planificación farmacéutica, valorando la Administración sanitaria la necesidad de su apertura según criterios de accesibilidad”.
Así, se podrá abrir botiquín, en municipios de alta concentración de población de turismo de temporada, durante el periodo que determine la resolución de autorización. También se podrán abrir botiquines temporalmente, “en los supuestos de cierre de oficinas de farmacia en aquellos municipios de farmacia única hasta tanto sea promovido el correspondiente procedimiento establecido en el artículo 24 de la presente ley” O en las “zonas restringidas de seguridad del aeropuerto en las que, por motivos de seguridad aeroportuaria, exista dificultad de acceso o comunicación con la oficina de farmacia más próxima y se haga aconsejable su apertura”.
Novedades en torno a la farmacia ambulatoria en la Comunidad de Madrid
Recientemente la Comunidad de Madrid inició un proyecto piloto que se inscribe en la nueva Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica aprobada por el gobierno regional en diciembre de 2022. Se trata de una medida que prevé acercar su medicación a más de 60 pacientes con virus de inmunodeficiencia humana (VIH) para que puedan recogerla en las farmacias más próximas a sus domicilios sin tener que ir al hospital, evitándoles desplazamientos innecesarios.
La iniciativa se dio a conocer en marzo de 2023 y estaba previsto que tuviera una duración de un año, en 14 oficinas de farmacia ubicadas en un distrito de Madrid capital. Se ha puesto en marcha con la colaboración del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) y el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz (FJD), desde donde han sido seleccionados los pacientes que han participado en ella.
Con esta medida se ha querido analizar cómo de eficaz es acercar este tipo de tratamientos al enfermo y cómo se mejora la accesibilidad de los pacientes. Los fármacos antirretrovirales son de dispensación hospitalaria y desde el servicio de farmacia hospitalaria de la Fundación Jiménez Díaz se han estado encargando de entregar la medicación a la farmacia escogida por el propio paciente a través de una distribuidora, con lo que en todo momento se ha garantizado la trazabilidad del medicamento. El farmacéutico, como explican desde la Comunidad de Madrid, es “el responsable de la recepción, verificación, custodia y entrega, siguiendo el protocolo establecido”.