Farmacéutico Interno Residente (FIR) es aquella fase por la que el recién graduado en Farmacia opta si su deseo máximo es trabajar en centros adheridos al Sistema Nacional de Salud. En un lenguaje común, podríamos decir que el FIR se trata de una prueba muy dura. Es similar a la selectividad. Por esta prueba el farmacéutico tiene que pasar para elegir la especialidad a la que se dedicará. Como en todo este tipo de pruebas oficiales, no todo es aprobar el examen. También deberá superar una nota de corte para obtener una plaza FIR.
Es decir, hay que optar a la mejor nota posible y sumar otra serie de méritos. Estamos hablando de méritos como las calificaciones obtenidas durante toda la trayectoria de los estudios universitarios. Una vez que cumpla estos requisitos tendrá que debatir cuál es la especialidad FIR que quiere de entre todas las que hay.
¿Cómo es el examen para las especialidades FIR?
El examen de las especialidades para el FIR se convoca una vez al año. Éste consta de más de 200 preguntas de respuesta múltiple que recogen aspectos aprendidos en todas las asignaturas de las que se compone la propia carrera.
En el caso de que apruebe el examen, el farmacéutico tendría que pasar un periodo como residente en un hospital. Durante este tiempo estaría aprendiendo de forma tutelada y remunerada a ejercer esa especialidad. El tiempo medio será 2-4 años para finalmente obtener la dicha titulación y poder tener su plaza.
Por otro lado, el número de plazas de FIR varía respecto a las necesidades de cada año. Sin embargo, por tener una cifra de referencia, siempre suelen superar el centenar.
Dentro de las especialidades farmacéuticas de formación hospitalaria más demandadas se encuentran:
- Farmacia Hospitalaria
- Análisis Clínicos
- Bioquímica clínica
- Microbiología
Revisemos ahora algunas con mayor profundidad…
Especialidades farmacéuticas del FIR
• Farmacia Hospitalaria:
Como su propio nombre indica, se desarrolla dentro del propio ámbito hospitalario y el profesional que lo ejerce se encarga de la selección, preparación, adquisición, control, dispensación e información de medicamentos que debe llevar un paciente en el hospital.
• Análisis clínicos:
Permite al farmacéutico trabajar en un laboratorio clínico perteneciente a la Administración pública. Su labor consiste en analizar muestras para ayudar a los doctores a conformar un diagnóstico correcto.
• Bioquímica clínica:
El objetivo de este farmacéutico, al igual que el de análisis clínicos, es obtener y participar en la interpretación de la información útil para la prevención, diagnóstico, pronóstico y evolución de la enfermedad, así como de su respuesta al tratamiento. Su función es similar al del anterior, pero este aplica métodos químicos y bioquímicos para extraer el diagnóstico.
Otras especialidades FIR:
• Microbiología y parasitología:
Se trata de una especialidad cada vez más solicitada que está dedicada al estudio y al tratamiento de las enfermedades infecciosas.
• Inmunología:
Aquí el farmacéutico se adentra de lleno en los fundamentos de la inmunología para poder aplicarlos en el desarrollo de vacunas.
• Radiofarmacia:
Es esta especialidad, el farmacéutico se encarga de preparar materiales radiactivos que posteriormente se administran a los pacientes que lo requieren para el tratamiento de determinadas enfermedades.
¿Estás pensando en realizar el FIR? ¿Cuál de estas especialidades te llama más la atención? Esperamos que el análisis de este post te haya servido para encauzar tu camino.
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