
La receta médica para productos de ortopedia (ortoprotésicos) y otros productos sanitarios, pueden ser quizá, las grandes desconocidas. Pero existen y es importante tenerlas en cuenta porque además de medicamentos, la oficina de farmacia ofrece una multitud de servicios y productos sanitarios que contribuyen a mejorar la salud de todos los pacientes que a ella acuden cada día.
En el caso de la ortopedia, es ésta uno de los servicios profesionales que puede ofrecer el farmacéutico en su farmacia. Se trata de una especializada médica encargada de diagnosticar, tratar y prevenir enfermedades y lesiones que pueden ocasionarse en el sistema musculo-esquelético. Así, dentro de esta especialidad, las recetas médicas de ortopedia pueden incluir una gran variedad de productos ortoprotésicos como:
- Las prótesis: que son dispositivos que se utilizan para reemplazar una extremidad o una parte de ella que haya podido ser amputada
- Órtesis: que son aparatos empleados con el objetivo de corregir e incluso facilitar las funciones biomecánicas en una extremidad o parte del cuerpo del paciente.
- Férulas: son, por su parte, dispositivos que se utilizan para inmovilizar una parte del cuerpo. Y generalmente tienen también el objetivo de facilitar la recuperación de una lesión como pudiera ser una fractura o un esguince.
- El calzado ortopédico: que suelen ser zapatos diseñados de manera específica para corregir problemas en los pies o para proporcionar un soporte adicional en caso de que el paciente presente en ellos deformidades o ciertas molestias y dolencias.
- Los vendajes y soportes: Empleados para dar estabilidad y apoyo a las articulaciones y músculos durante el proceso de recuperación.
Es importante resaltar que todo el material ortoprotésico está contemplado en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud de nuestro país y en autonomías como la Comunidad de Madrid, también queda recogido en su catálogo Ortoprotésico.
Importancia de la prescripción médica
Un elemento común para este tipo de productos es que la prescripción médica debe ser anterior a la compra del producto a financiar.
Así, las recetas médicas en ortopedia son fundamentales para poder asegurar que el paciente recibe correctamente el producto que es adecuado para su dolencia o su condición específica. Estas recetas garantizan también que el producto ortopédico se emplee de manera segura y correcta. Siendo todo ello esencial para que el paciente tenga una recuperación efectiva y mejore su calidad de vida.
Receta médica para otros productos sanitarios
Además de los productos ortopédicos u ortoprotésicos pueden existir otra serie de productos sanitarios que también requieren receta médica para su adquisición en la oficina de farmacia. Nos referimos a productos como:
- Dispositivos de asistencia respiratoria: donde se podrían incluir desde máquinas de CPAP a concentradores de oxígeno u otro tipo de equipos utilizados para tratar condiciones respiratorias.
- Sillas de ruedas o dispositivos de ayuda a la movilidad del paciente: que pueden ayudar a la movilidad de pacientes con discapacidades temporales o permanentes.
- Equipos para el control de enfermedades como la diabetes: como pueden ser las bombas de insulina, los glucómetros y otros dispositivos que pueden llegar a ser necesarios para manejar la Diabetes y el correcto control del azúcar en sangre.
- Dispositivos como audífonos y otros aparatos utilizados para mejorar la audición en pacientes que presentan pérdida auditiva.
- Otro tipo de material de curación, como pueden ser vendajes, apósitos o productos para el tratamiento de heridas.
¿Cómo se obtiene receta médica de ortopedia y otros productos sanitarios?
Acudiendo a la consulta médica. Será el facultativo quien, siendo especialista en ortopedia, fisioterapeuta o médico general, valorará la condición que presenta el paciente y prescribirá el producto que éste debe adquirir en la oficina de farmacia.
El profesional sanitario realizará un diagnóstico que se basará en la evaluación del paciente y determinará el tipo de producto sanitario que éste necesita. Tras la evaluación, emitirá la correspondiente receta, que incluirá detalles específicos sobre el producto sanitario que necesita, las características y las instrucciones de uso.
El paciente deberá acudir a la oficina de farmacia para adquirir el producto recetado. Y es aquí donde el profesional farmacéutico puede, además, suplementar con consejo profesional las dudas que traiga el paciente. En muchas ocasiones se trata de cuestiones relacionadas con la idoneidad del producto y la forma de uso.
