Hoy hablamos sobre robos en las farmacias por que a lo largo de este último año, las farmacias de España han sufrido un repunte de robos respecto a otros años. Por lo que desde Asefarma consideramos que el farmacéutico debe tener en cuenta una serie de consideraciones básicas para estar preparado ante un imprevisto de este tipo.
Antes de pasar a enumerarlas lo primero que recomendamos es que el farmacéutico cuente con un seguro para la farmacia. Aunque por ley no existe la obligatoriedad de contratar un seguro para la farmacia, desde Asefarma lo recomendamos siempre. Contando con él podrá sufragar pérdidas o reparaciones ante cualquier imprevisto. Pero sobre este punto hay que tener una consideración además muy clara: las pólizas de seguros son pólizas que se contratan para cubrir daños, pero nunca deben ser consideradas para cubrir el mantenimiento del riesgo asegurado.
Además, en el caso de que se amplíen o disminuyan medidas de seguridad y/o mobiliario, maquinaria y existencias en la oficina de farmacia, deben ser comunicadas al mediador de referencia de sus seguros para que quede todo reflejado de la forma más detallada posible en su póliza.
En caso de ser víctima de un robo en farmacia, ¿cómo actuar?
Vigilar
1. Los robos pueden ocurrir tanto cuando la farmacia esté cerrada o incluso en pleno desarrollo de la jornada laboral. Por ello, lo primero que debe tener en cuenta el farmacéutico es que su vida vale más que el dinero o bienes que puedan sustraerle de la farmacia. En caso de que el robo se produzca con él dentro, la decisión más razonable que puede tomar es vigilar los hechos de forma prudente evitando toda acción que pueda poner en riesgo su integridad física.
Avisar a las autoridades
2. Después, tiene que avisar lo antes posible a las autoridades para que acudan al lugar del robo a valorar los hechos. A lo largo de esa espera, el farmacéutico no debe tocar nada ni dejar entrar a nadie.
Denuncia
3. Debe denunciar el siniestro sufrido ante las Si tiene la posibilidad de hablar previamente con su mediador, recomendamos que lo haga ya que éste indicará el sentido que debe darle a su denuncia.
Inventario
4. Es importante realizar un inventario de todo lo robado y en caso de contar con las facturas y/o documentos relacionados con la pertenencia de esos objetos, debe aportarlos. Servirán para poder contabilizar de una forma más fiel los daños materiales sufridos.
Mediador
5. Debe comunicarse con el mediador de su seguro y aportarle toda la información y documentación antes mencionada para que se pueda gestionar la reparación y reclamación de la indemnización por los daños sufridos. Desde la correduría será informado de todas las coberturas que incluye su póliza de comercio.
Perito
6. Posteriormente a esto, se solicitará la visita de un perito que redactará el informe pericial en el que se recoge la evaluación de una forma objetiva y profesional de todos los acontecimientos.
7. En el caso de que se ocasionaran daños en las puertas de acceso de la farmacia, la compañía aseguradora se ocupará de repararlas o reemplazarlas.
8. En caso de que cuente con alarma y/o sistema de videovigilancia, le facilitarán un informe desde la empresa proveedora todos los detalles que estos sistemas de seguridad le ofrecen.
Informe
9. Tiene que exponer en un informe el inventario de su farmacia junto con el control periódico de su stock.
Contabilización de daños
10. Finalmente, se procederá a la contabilización de daños para elaborar la propuesta de indemnización. Se revisará el capital que como asegurado tenga el farmacéutico en la póliza, se desglosará el valor de los bienes materiales y económicos afectados junto con los costes ocasionados y recibirá una propuesta económica como compensación de todo lo sufrido.
Después de esto, una preocupación muy común por los farmacéuticos es cómo se deben tener en cuenta de forma contable estas pérdidas en la farmacia en caso de que no fueran abonadas por el seguro.
Tanto si se produjera un siniestro o un robo, si se diera este caso mencionado, el farmacéutico debe tener en cuenta que se trataría de un gasto deducible aunque su gestor contable acudiría a un asiento u otro dependiendo de esta diferenciación.
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