En los últimos meses se ha incrementado de forma relevante el número de inspecciones que Sanidad realiza a las oficinas de farmacia, y a colación de ello, también han aumentado las sanciones y multas impuestas a las boticas.
Un hecho del que hemos tenido conocimiento en el departamento jurídico de Asefarma gracias a las consultas realizadas por un gran número de farmacéuticos en la Comunidad de Madrid.
Como explica Adela Bueno, responsable del Departamento Jurídico de Asefarma, “queremos insistir en la importancia que tiene el seguimiento periódico de la actividad propia de la farmacia y en base a esto, aconsejamos a los farmacéuticos que realicen auditorías internas de comprobación que les permitan detectar si se cumplen las exigencias que luego encontrarán en las inspecciones, tal y como ya hacemos en Asefarma con nuestros clientes, para los que hemos creado un check list que les permite chequear, paso a paso, que todo está en orden”.
Recomendaciones que, tal y como se recogen en la Ley de Ordenación Farmacéutica de 1998 y otra normativa existente, pasan por: custodiar los medicamentos y dispensarlos correctamente; mantener las condiciones óptimas de temperatura, luz y humedad para los mismos; actualizar el libro recetario y tenerlo siempre a disposición, o solicitar autorización de la Consejería de Sanidad para realizar cualquier modificación del local, su distribución y las zonas de la farmacia, entre otros aspectos.
Trabas para convertir la farmacia en un espacio dinámico de salud
Convertir la farmacia en un espacio dinámico de salud, poner a disposición de los pacientes servicios que redunden en la prevención de enfermedades…
En definitiva, dotar a los farmacéuticos de las herramientas necesarias para que puedan convertir el consejo farmacéutico en uno de los elementos de mayor valor de su negocio. Éstas y otras son las necesidades a cubrir en la farmacia de hoy. Toda mejora es poca.
Sin embargo el camino para conseguirlo no es fácil, pues también hemos detectado que muchas farmacias se sienten presionadas por las trabas que Sanidad les impone a la hora de ampliar sus servicios y ofrecer ese valor añadido como espacios dinámicos de salud en áreas como nutrición, dietética, dermocosmética, etc…
Como conclusión, desde Asefarma creemos que “el farmacéutico ha de atender todas y cada una de las consultas que le llegan a la botica, ha de dispensar aquello que los pacientes le solicitan, siempre que venga acompañado de la receta debidamente cumplimentada, y debe cuidar que su farmacia funcione acorde al espacio para la promoción de la salud y la prevención de enfermedades que es.
Y es que en todo este proceso, plantearse en la oficina de farmacia estas recomendaciones que lanzamos desde Asefarma y cumplirlas al pie de la letra permitirá al farmacéutico, además, salir airoso de cualquier inspección. En Asefarma podemos ayudarle”, concluye Adela Bueno.
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