La gestión de la farmacia ha de realizarse de una manera óptima, pero no debemos olvidar que tan importante es la labor que el farmacéutico realiza de puertas para adentro como la que expone en su trato al paciente y la atención farmacéutica que a éste le ofrece. Por ello, no puede dejar a un lado la labor de seguimiento farmacoterapéutico.
Qué es el seguimiento farmacoterapéutico
Dentro de esta atención es de vital importancia el seguimiento farmacoterapéuticoque realiza, definido éste como la práctica profesional que evalúa y monitoriza la farmacoterapia en función de las necesidades que pueda presentar el paciente, siempre en relación con el uso y consumo de medicamentos. Va mucho más allá de la atención farmacéutica porque no sólo trata de ofrecer una atención profesional a los pacientes ni de dispensar medicamentos sino que, yendo más allá, mantiene como objetivo un óptimo uso de los mismos, contribuyendo con ello a la sostenibilidad del propio sistema sanitario.
Objetivos del seguimiento farmacoterapéutico
La prestación del Servicio de Seguimiento Farmacoterapéutico en el ámbito de la oficina de farmacia tiene la finalidad de permitir al paciente lograr un uso óptimo de sus medicamentos, lo que deriva en una mejora de resultados clínicos (mejora del control de sus problemas de salud), humanísticos (mejora su calidad de vida relacionada con la salud) y económicos. Es importante que insistamos en que todo esto, se consigue mediante el trabajo del farmacéutico comunitario en colaboración con el médico y con el propio paciente.
Como destaca el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) en su informe sobre ‘Buenas Prácticas en Farmacia Comunitaria’, el seguimiento farmacoterapéutico tiene como fin dar respuesta a un problema sanitario real como es la morbimorbilidad relacionada con los medicamentos.
Máxime cuando es claro que cada vez más la población envejece y el uso de medicamentos, a mayor edad, es también superior.
Ahora bien, ¿qué es la farmacoterapia?, ¿es una actividad profesional?, ¿una práctica?, ¿va más allá de la dispensación de medicamentos?
El seguimiento farmacoterapéutico se caracteriza por cinco puntos que detallamos a continuación:
a) Es una actividad profesional. No es sólo la posesión de conocimientos técnicos, sino que requiere una práctica de los mismos. El farmacéutico debe aplicar esos conocimientos y ser capaz de intervenir en cada situación que pueda presentársele en la oficina de farmacia
b) Es también una actividad clínica
c) Debe ser una actividad disciplinaria, ya que requerirá la colaboración activa del farmacéutico con el equipo de salud que atiende al paciente.
d) Debe ser una actividad continuada
e) Y realizarse de forma sistemática
Y su objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes, además de contribuir a la racionalización en el uso de los medicamentos, minimizar los riesgos en torno a su consumo y obtener la máxima efectividad de los tratamientos farmacológicos de los pacientes.
Ok, soy farmacéutico y estoy concienciado con mi rol como profesional sanitario… ¿y ahora qué?
El siguiente paso es sencillo: tenemos un rol sanitario que debemos destacar por encima de todo, nuestra farmacia es el punto sanitario más accesible para el paciente y el consejo profesional que desde ella le ofrecemos posee todos los ingredientes para que nuestro cliente regrese.
Ahora toca especializarse y comenzar a llenar de servicios adicionales nuestra farmacia. Sólo es empezar…
Método Dáder para el seguimiento farmacoterapéutico
Con el fin de facilitar esta tarea de seguimiento farmacoterapéutico, hay muchos farmacéuticos que ponen en práctica el método Dáder. Nació en 1999, fue revisado en 2003 y comprende todos los objetivos de universalización y simplificación del método. Una forma de realizarlo de forma simple sin que por ello pierda el rigor de un procedimiento operativo normalizado.
¿Cuáles son los pasos generales del método Dáder?
Primero hay que obtener la información sobre el estado de salud del paciente y los medicamentos que utiliza. Con esta recopilación se elabora un documento, que se denomina estado de situación, que es lo que, tras añadir la información necesaria, se evaluará. Para terminar, el resultado de esa evaluación será la identificación de sospechas anómalas sobre las que el profesional decidirá intervenir con los medios a su alcance. Finalmente se consigue lo esperado, realizar una intervención que se traduzca en una mejoría en el estado de salud de ese paciente.
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