Al hablar de diluciones, dosis infinitesimales o de un principio llamado “de similitud” puede que parezca que se esté haciendo referencia a prácticas que más tienen que ver con la química orgánica y la investigación científica que con una terapia basada en la concepción global del individuo y los remedios naturales: la Homeopatía.
Esta práctica, que ha recalado hondo en países como Francia, Reino Unido, Suiza, Argentina, Brasil o México y que tímidamente se adentra en España (se estima que un 15% de las personas de nuestro país lo utiliza), cuenta al parecer a partes iguales con un elevado número tanto de defensores como de detractores, entre los que algunos llegan a comparar los pequeños gránulos y glóbulos que supone cada dosis, con placebo.
De lo que no cabe duda es de que Internet se ha convertido en una auténtica mina de información sobre la Homeopatía y ha acabado siendo más que una biblioteca virtual de algo que para algunos es casi una práctica desconocida o que sólo han oído alguna vez. Sin embargo, en realidad, son muchas las fuentes de información y publicaciones que existen al respecto: desde hilos de chat o foros, a conferencias, tesis médicas u otro tipo de publicaciones especializadas como revistas de Homeopatía.
La Homeopatía en la oficina de farmacia
A nivel práctico, lo que sí es cierto es que en lo respecta a la farmacia, la Homeopatía permite resolver cada día un elevado número de consultas y ofrecer consejo farmacéutico a dolencias como procesos febriles, afecciones de garganta, gases, estreñimiento, diarrea, cistitis, traumatismos, picaduras de insectos, estados nerviosos, molestias en la dentición de los más pequeños, alergias, o vómitos. De hecho, el consejo farmacéutico que requiere este tipo de terapia, hace que en muchas ocasiones, más allá de abrir una simple ficha de cada caso, el profesional de la botica acabe conociendo más profundamente a sus pacientes: cómo es su carácter, cómo se comportan, desde cuándo acusan la dolencia que acaban de comunicar o cuáles son sus principales hábitos diarios.
Por la parte del cliente, que ha llegado a la farmacia con mil preguntas sobre qué tomar, es seguro que su impresión al salir del establecimiento, haya sido la de haber recibido la recomendación que puede que estuviera buscando. No olvidemos que el consejo farmacéutico, además de estar unido al propio ADN del boticario como profesional sanitario, es una de las herramientas de fidelización más potentes que existen en la oficina de farmacia.
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