¿Qué es la onicomicosis?
La onicomicosis es la enfermedad que más frecuentemente puede afectar a las uñas de los seres humanos. Se trata de una infección de las uñas por hongos patógenos o saprofitos.
Esta infección que se da fundamentalmente en adultos a partir de los 55 años y aparece con mayor frecuencia en los pies.
Se trata de la principal causa de enfermedad de las uñas en los países desarrollados y representa el 30%-50% de los trastornos ungueales. Esta infección provoca la alteración de la estructura ungueal de las manos o/y los pies. Atiende a diferente tipología, distal y subungueal provocando un engrosamiento y decoloración amarillenta o blanquecina de las uñas.
Causas de la onicomicosis
Las causas de la onicomicosis son los hongos, las levaduras y mohos, aunque la más frecuente es un tipo de hongo denominado “dermatofito”. Cabe destacar que en la onicomicosis de los pies los patógenos que mayormente se aíslan son los dermatofitos, mientras que en la onicomicosis de las manos predominan las levaduras, en especial las del género Candida.
La sintomatología de las uñas con onicomicosis atiende a estos tres tipos de alteraciones diferentes, que se aparecen con mayor frecuencia:
- Subungueal distal: la uña aparece engrosada y de color amarillento, con acumulo de queratina y detritos en la región distal y por debajo de la uña separada del lecho ungueal.
- Subungueal proximal: la deformación comienza en la región proximal y es característica de la inmunosupresión.
- Superficial blanca: descamación de color blanco con textura de tiza que se extiende por la superficie de la uña.
En la mayoría de los casos, esta sintomatología no va asociada al dolor, sino a molestias con un ligero picor y la alteración estética progresiva del estado de las uñas.
Diagnóstico y tratamiento de esta infección
El diagnóstico de la onicomicosis puede ser clínico, epidemiológico y micológico. El diagnóstico clínico no es determinante ya que las onicomicosis pueden ser confundidas con otras alteraciones ungueales con características similares a las de la onicomicosis como la psoriasis, el síndrome de las uñas amarillas, el liquen plano, etc. Por este motivo, siempre se deberá completar el diagnóstico clínico con un cultivo micológico ya que de esta manera el hongo será identificado y se podrá llegar a un diagnóstico seguro. De igual forma, realizar el cultivo micológico es imprescindible también para la determinación del agente etiológico de la onicomicosis.
En cuanto al tratamiento, se debe combinar las medidas no farmacológicas con los tratamientos tópicos y/o sistémicos, en función del agente etiológico, la edad del paciente, las interacciones farmacológicas y el tipo de afectación fúngica de la uña.
Estas medidas no farmacológicas son medidas preventivas que evitan la aparición de factores favorecedores del desarrollo y crecimiento de las colonias de hongos. Las medidas más importantes para la prevención de esta enfermedad son:
- Higiene personal.
- Utilizar calcetines exclusivamente de algodón y prendas de calzado que transpiren.
- Evitar el traumatismo ungueal reiterado.
- Mantener secos los pies entre los dedos.
Como complemento a estas medidas, los fármacos para onicomicosis que se administran son la Terbinafina o el Itroconazol por vía oral y el Efinaconazol o el Tavaborol por vía tópica.