El uso de un dermoanalizador en la farmacia puede ser una buena manera de empezar a introducir servicios en la misma.
Un dermoanalizador es una herramienta que facilita el asesoramiento dermatológico de una forma más profesional y especializada a las farmacias que lo utilizan. Y ahora, la gran mayoría de las farmacias son partidarias de ir incorporando nuevos servicios como mejora para optimizar su relación con el cliente e incrementar las ventas a través de un mayor número de operaciones. Debido al reclamo que supone un servicio de dietas, un estudio de la pisada o un análisis capilar o de piel, pero… ¿están todas las farmacias capacitadas para ello?
¿Cómo debe prepararse la farmacia si realmente quiere ofrecer el estudio de la piel de forma profesional a través de un dermoanalizador?
Qué es el dermoanalizador de una farmacia
Con esta herramienta ofrecen un servicio diferenciador que cada vez es más demandado por el público de la farmacia suponiendo un avance a la hora de la especialización en dermocosmética. Hoy por hoy los dermoanalizadores son cada vez más precisos y realizan análisis de piel de forma rápida y sencilla. Y de esta manera actúan facilitando la recomendación más adecuada de los productos según la tipología de la piel diagnosticada. Además, sin entretener en exceso al paciente.
Para qué sirve un dermoanalizador
Los dermoanalizadores más modernos permiten medir parámetros fundamentales en pocos segundos, permitiendo reconocer una piel saludable mediante un análisis completo de la piel. Funcionan con una microcámara que combina diferentes métodos de medición por fotometría, capacitancia o por reflexión. De esta manera, el sistema puede mostrar posteriormente al cliente la mejor recomendación en base a sus necesidades: a través de un consejo personalizado, presentándole el tratamiento idóneo capaz de solventar su problema…
Cómo valorar la edad de la piel
La medición suele basarse en unos estándares y en función de un estado ideal que establece una escala para la interpretación de resultados a través de una barra de leds. Con ella el farmacéutico puede conocer una serie de parámetros fundamentales con los que ofrecer un completo análisis cutáneo y que permiten valorar la edad de la piel analizada:
- HIDRATACIÓN del estrato córneo la piel del paciente
- GRASA – SEBO a nivel cutáneo
- ELASTICIDAD de la piel en función de la edad
- PIGMENTACIÓN
La alteración o los valores fuera del rango normal según la edad cronológica del paciente permitirán la recomendación de productos hidratantes. Pues medir el agua en la piel permite saber si está suficientemente hidratada, ligeramente deshidratada o muy deshidratada. También se podría catalogar la piel como normal, seca o grasa si se evalúa su manto hidrolipídico y el nivel de secreción sebácea. E incluso permite ofrecer productos con los que controlar la grasa cutánea y capilar. A partir de ahí ofrecer productos antiedad o despigmentantes y solares según la elasticidad o la medición de la melanina, ya que permite una recomendación más adecuada de productos de protección solar.
Las ventajas de contar con un dermoanalizador en la farmacia
La ventaja que aporta tener en la farmacia un dermoanalizador y ofrecer este servicio, es la diferenciación que ofrece con respecto a la competencia. Asimismo, las posibilidades que ofrece para alcanzar un objetivo como es el de aumentar las operaciones de esta categoría y el ticket medio cuando ofrecemos tratamientos más completos.
Además, el buen uso del dermoanalizador brinda la oportunidad de realizar seguimiento del tratamiento que se haya recomendado al cliente. Y, como consecuencia, poder fidelizarles en nuestra farmacia. De esta manera, podremos fidelizar a nuestros pacientes y plantear de cara a una determinada campaña de las diferentes familias de la categoría, diferentes estrategias en las que invitemos al cliente potencial a un análisis facial o análisis capilar gratuito para potenciar la venta de determinados cosméticos.
Esta herramienta forma parte de los elementos que, sin duda, una farmacia especializada en dermofarmacia debe ofrecer al consumidor. Además, deberá crear un espacio diferenciado con respecto al resto de categorías donde ubicar las diferentes marcas según etiología de paciente y donde el consumidor encuentre placentero disfrutar de este tipo de productos de la mano de un consejo adecuado.
El farmacéutico podrá con él detectar ciertas patologías cutáneas y de esta forma derivar al médico para el diagnóstico. Aunque después, pueda realizar desde la farmacia un seguimiento para poder aconsejarles un tratamiento coadyuvante en cada caso y para ver la evolución de su patología, como ocurre en el caso de las dermatitis atópicas, las cuperosis o las manchas cutáneas donde el consejo farmacéutico puede ser vital.
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